Puente

Inundación, veo como se inunda.

La rompiente pega y desarma la belleza,

Se rompe el cristal.

De lo más puro, del ser, del alma, por esas caricias que hablan.

El creer que se puede llegar, y el hacer para transformar las penas, que hoy me estoy tragando,

una a una.

Esta vez, sentí que deje todo sin recibir nada,

Esta vez sentí la reproducción del artificio.

No sentí crecer, no sentí volar

No sentí que estaba lejos, me sentí más engañada que nunca, vi como teñí con mis propias manos el agua clara, como se hacía parte del aire sin dejar nada.

  Morí de sed.

Y me pregunto qué pasó con la magia, con revivirla, con abrazarla.

Ahí a los lejos veo esos arcoíris que diseñe, que diseñe para mirar de lejos. Tan tonta.

Como una niña rosada se que quiere ver alas en imágenes y volar con el sonido.  

Me da pena mi propio artificio y ver como se desarma.  

525 amarilla

Aquel marrón mirada de la tierra.
Campo en ciudad, sin conocer el sendero.

Sin contestar, sentado afuera, mirando el cielo.
meditando.
Sin contestar, sin acercarse ni un poco más,
esa giratoria que jamás se olvida de girar.
que no para.
Se olvida de que hay algo más.
No es mi amiga la carta que mal dice. Nunca lo fue.
Nunca me gustó lo que dice, esa imagen que acusa por su color. Esas mentiras que dicen, ya se parecen al susurro del viento. Basta de ese trabalenguas, sopa de palabras, dale sopa al niño para calmar su garganta.

Nunca pensé en encontrar algo así
Me saluda a lo lejos, parada en el medio del camino. Bella sonrisa de mentira. Parecía mover su brazo. Si, me saludaba y me ayudo a cantar. Bajo la niebla, por un camino al lado de unas vías antiguas del tren. Pasto mojado, verde. luces de sodio, aura. Amigo blanco, amigo que cada vez es más blanco. Eres más blanco. Aquí amarilla.