El manto del ser


No está en la tierra, no está en el cielo, está flotando, está nadando como un pez, está liberándose.


02 marzo, 2012


 (He olvidado las plegarias de la noche)
Recordé la muerte y tras la muerte el vivir:
Preguntarme si al día siguiente amanecería muerta, cuantos llorarían por mí, sin preguntarme si al día siguiente estoy viva, quien se alegraría por mí…
Tras el sol recordé la luz que nos abraza y el cantar del alma. La muerte es mi vida, es vida, y será vida.
Aún tienes espinas, sé que no son sólo mías, la mirada de aquella mujer sin vientre podría sanar.  La enfermedad también es el camino, no eres y un mendigo.
Seres enfermos por  la torpeza del caminar, es vida y duele más.
No es sólo enfermedad, que se cura así, sin más. Es la voluntad lo principal para sanar y esperar activo, siendo lo que se transforma al pasar. No es sólo tiempo, si no la experiencia. 
Tras la experiencia la conciencia de respirar así sabrás que estás vivo!
Liberación de tu extensión.  Ya no sos uno, si no el instante creado, esa nueva sensación.
Ya me olvido del pasado,  te soy sincera,  hoy me siento en calma, no tan sana y aún no se para donde voy.
Pronto lo sabré.
Puedo estar callada y disfrutar del calor y el agua, no hay ley que rija mi camino, aunque también sé, que en varias oportunidades hubiera doblado hacia la izquierda. 
No me cago en Dios, lo busco en cada instante y lo escucho en el cantar de los pájaros.
Pronto llegarán palabras nuevas. Palabras del despertar! Me impulsan, me impulsan a escribirlo, pero quisiera ser más concreta, y muchas veces saber por qué.
¡No puedo hablar, los días se llevan mi voz!
En cambio, hay más palabras al escribir, tengo algo para decir!
Solo hay que ordenar las palabras.
Sólo hablo de mí, no hay nada acá que no tenga que ver con todo nuestro alrededor. Hoy.
Quiero escribir historias, pero hay tantas que no puedo escribir ni una sola.
Solo tendría que empezar, pero cuando empiezo lo que imagine desaparece.
Porque es el alma la que habla. Y a la par el imaginario escucha para crear.
El alma no habla. Y si habla no es clara. Mi alma incoherente.
Y yo tendría que ordenarlas.
¿Quién escribe una historia de una crema, un envoltorio de alfajor blanco y una botella de agua?
Yo tendría que pensarlo.
Qué curioso, pero prefiero imaginarlo sin pensarlo, puede ser espontaneo…  así la imagen vive pudiendo ser tantas cosas que no serán más que lo que ya es.
Me mareo cuando pienso en darle un sentido.
Son los otros quienes debieran dárselo. Porque para mí es el sentido que le da mi alma, que la comprendo en la soledad y en los planos más oscuros.
Soy de luz en la oscuridad y en la luz igual al todo, soy pasto.  

creación

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