Hace tiempo ya no discierno nada dentro de mí,
no diferencio lo que entra en mi tal cual, cuando quiero buscarlo.
Se hace todo uno y sigo para adelante.
en el camino, aveces ciega. Siempre hay una voz, o una mano
que suavemente me despiertan.
Abro los ojos y veo el cielo, el atardecer de una hermosa montaña.